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lunes, 13 de agosto de 2012

Muchas verdades juntas. Interesante lectura Creo que va siendo hora de empezar a pensar así.



Bill Cosby
 
Esto debería ser de lectura obligatoria para cada hombre, mujer y niño en Jamaica, el Reino Unido, Estados Unidos de América, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y a todo el mundo ..."Tengo 76 y estoy cansado"
Tengo 76. Excepto por un breve período en los años 50, cuando yo estaba haciendo mi Servicio Nacional, he trabajado duro desde que tenía 17. A excepción de algunos graves problemas de salud, yo trabajo 50 horas a la semana, y nunca llamé a nadie para decir que estaba enfermo en casi 40 años. Tengo un ahorro razonable, pero no heredé mi trabajo o mis ingresos, y he trabajado para llegar a donde estoy. Teniendo en cuenta la economía, parece que la jubilación no fue mala idea, y estoy cansado. Muy cansado.
Estoy cansado de que me digan que tengo que "repartir la riqueza" a las personas que no tienen mi ética de trabajo. Estoy cansado de escuchar que el Gobierno tomará el dinero que ganaba, por la fuerza si es necesario, y dárselo a la gente demasiado perezosa para ganarlo.
Estoy cansado de que me digan que el Islam es una "religión de paz", cuando todos los días puedo leer decenas de historias de hombres musulmanes que matan a sus hermanas, esposas e hijas por el "honor" de la familia; de disturbios musulmanes por algunas leves ofensas; de asesinatos por musulmanes a cristianos y judíos, porque no son "creyentes"; de musulmanes quemando las escuelas para niñas, de musulmanes lapidando a pedradas a adolescentes víctimas de violación, de muertes por "adulterio", de musulmanes mutilando los genitales de las niñas, todo en nombre de Alá, porque el Corán y la Sharia se los indica.
Estoy cansado de que me digan que por "la tolerancia hacia otras culturas" debemos dejar que Arabia Saudita y otros países árabes utilicen nuestro dinero para financiar las mezquitas y las escuelas de madrassa islámica para predicar el odio en Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, mientras que nadie de esos países puede fundar una escuela, una iglesia o sinagoga en Arabia Saudita o cualquier otro país árabe para enseñar el amor y la tolerancia.
Estoy cansado de que me digan que debo bajar mi nivel de vida para luchar contra el calentamiento mundial, a pesar que a nadie se le permitió debatir.
Estoy cansado de que me digan que los adictos a las drogas y al alcohol tienen una enfermedad, y que yo debo ayudar a apoyarlos y tratarlos, y pagar por el daño que hacen. ¿Fue esto causado por un germen gigante que salió corriendo de un callejón oscuro, y los agarró, y les hizo meter ese polvo blanco dentro de sus narices o introducirse una aguja en su brazo, o tomarse una botella de licor mientras trataban de combatir al germen?
Estoy cansado de escuchar ricos deportistas, artistas y políticos de todas partes hablando de errores inocentes, errores estúpidos o errores juveniles, cuando todos sabemos que piensan que su único error fue ser atrapado.
Estoy cansado de la gente con un sentido de derecho, sean ricos o pobres.
Estoy realmente cansado que la gente no tome responsabilidad por sus vidas y sus acciones. Estoy cansado de escucharlos culpar al Gobierno, o la discriminación lo grande de sus problemas.
También estoy cansado y harto de ver a los hombres y mujeres jóvenes en la adolescencia y en sus 20 llenarse ellos mismos de tatuajes en la cara y rellenarse de hierros, con lo que ellos mismos logran quedarse sin un empleo y así tener que reclamarle dinero al Gobierno.
Sí, estoy terriblemente cansado.
Pero, también estoy contento de tener 76, Porque, en primer lugar, no voy a tener que ver el mundo que estas personas están haciendo.
Lamento por mi nieta y sus hijos. Gracias a Dios que estoy en el camino de salida y no en el camino entrada.
¡No hay manera de que esto sea ampliamente publicitado, a menos que cada uno de nosotros lo reenvíe!
Esta es tu oportunidad para que hagas la diferencia.

Top 20 de los aviones mas feos del mundo.


Desde que el hombre ha aprendido el arte de volar en el aire,  ha estado experimentando con nuevos e innovadores diseños de aviones para dar mayor perfección a su vuelo. Desde un diseño innovador como el Airbus A380, hemos visto cientos de miles de diseños que son también capaces de volar, pero entre todos estos aviones que algunos de nosotros hemos visto diseños que son increíbles en su capacidad de vuelo, pero algunos en tierra con diseño realmente feos pero con mucha utilidad.
Hoy he recopilado una lista de esos aviones, que no sólo han ayudado en el transcurso del tiempo para un mejor comprensión del diseño de los aviones si no que también ayudó en la fabricación de mejores aeroplanos.- 
Comenzamos nuestra lista con:

McDonnel XF-85 Goblin

McDonnel-XF-85-Goblin

XF-85-Goblin

IAI Phalcon 707

IAI Phalcon 707
IAI Phalcon 707
Phalcon 707

Westland Lysander P-12

Westland Lysander P-12
Lysander P-12

Super-Guppy-377

Super Guppy 377
Super Guppy

Beriev-Bartini

Beriev Bartini avion
Beriev Bartini

Gee Bee R-1

Gee Bee-R-1

MiG-I 320

MiG-I-320
MiG-I 320

LTV A-7 Corsair II

LTV A-7 Corsair II
 Corsair II

Nimrod AEW3

Nimrod AEW3
Nimrod AEW3

PZL M-15 Belphego

PZL M-15 Belphego
PZL M-15 Belphego

Boeing EC-18B

Boeing EC-18B
Boeing EC-18B

Airbus A300-600ST Beluga

Beluga avion
Airbus beluga
Airbus beluga


Gannet

Gannet

Otros aviones feos.

Caproni Stipa
arava
 WFT? jaja
avion feo

viernes, 10 de agosto de 2012

La leyenda del "Octavius"


barcofantasma

 
“Hasta ahora hemos estado atrapados en el hielo por 17 días. Nuestra posición aproximada es Longitud 160 O, Latitud 75 N. El fuego finalmente se extinguió ayer y el maestre ha estado tratando de encenderlo otra vez pero sin mucho éxito. Le ha dado la piedra a uno de los marinos. El hijo del maestre murió esta mañana y su esposa dice que ya no siente el frío. El resto de nosotros no siente lo mismo en esta agonía.”

En la mañana del 12 de agosto de 1775, el ballenero groenlandés Herald se las arreglaba para cruzar el Atlántico Norte cuando el silencio glacial fue roto por el grito del vigía. Al frente y al Oeste, por encima de un iceberg podían verse las puntas de unos mástiles a unos diez kilómetros de distancia. Lentamente, una goleta emergió por detrás de la masa de hielo y a través del telescopio el capitán del Herald pudo constatar que no había señales de vida. Las velas estaban desechas y todo el barco brillaba curiosamente bajo el sol, cubierto como estaba de escarcha.
El capitán ordenó acercarse y empezó a gritarle a la tripulación de la extraña embarcación, pero sólo el silencio respondió a su llamado. La goleta siguió imperturbable su aparente camino sin ruta. “Bajen la lancha,” ordenó el capitán Warren. “Voy a echar un vistazo.”
La tripulación del Herald, como buenos marinos supersticiosos hasta el tuétano, permanecieron inmóviles. No tenían las más mínimas intenciones de aventurarse en el barco fantasma, y sólo cuando el capitán empezó a imprecarles, los marinos acataron sus órdenes.
El capitán eligió a ocho hombres para que lo acompañaran, y remando llegaron hasta la proa del barco donde bajo una capa de hielo podía  leerse el nombre de la embarcación, Octavius. Ninguno había escuchado sobre ella jamás.
Desde el bote el capitán volvió a llamar a la tripulación, pero entre los ecos de su propia voz sólo escuchó el crujir de la madera y el silbar del viento entre las velas deshilachadas. Con cuatro de los hombres el capitán decidió subir a bordo.
La cubierta estaba tapada por el hielo y no se veía una sola persona sobre ella. Tras abrirse camino a través del hielo, decidieron bajar a los camarotes; donde consiguieron a veintiocho hombres congelados. Cada uno acostado en su litera y cubierto por capas y capas de cobijas y ropa. El frío había conservado sus cuerpos en perfecto estado y daba la impresión de que simplemente dormían la siesta.

En la cabina del capitán, el espectáculo fue el mismo. Su cuerpo estaba sentado en una silla frente a su escritorio. Las manos entrelazadas sobre las piernas y la cabeza tumbada hacia un lado con los labios entreabiertos. En una cabina detrás de la suya había tres cuerpos más. Una mujer estaba acostada en una camilla descansando su cabeza sobre el brazo, los ojos completamente abiertos viendo a un hombre con las piernas cruzadas sentado en una esquina en el otro lado del cuarto. En sus manos tenía un pedernal y una barra de metal. Frente a él, un puñado de aserrín cubierto de escarcha. La muerte lo había vencido tratando de encender un fuego. Junto a él estaba la chaqueta del marino. El capitán Warren la levantó y debajo de ella descubrió el cuerpo de un niño abrazado a un muñeco de trapo.

Los marinos del Herald habían visto más que suficiente y empezaron a pedirle al capitán que se marcharan. Pero el capitán les respondió que quería saber más. Bajó al depósito y no encontró ni un gramo de comida y cuando volvió a cubierta sus hombres estaban en pánico y le amenazaron con amotinarse. Contra todos sus deseos Warren tomó la bitácora del Octavius y regresó al Herald, desde donde pudo ver la goleta perderse sin rumbo en el horizonte para nunca más volver a saber de ella.

El capitán se retiró a su camarote a leer la bitácora y notó que faltaban todas las páginas del libro menos la primera y última. El marinero a quien se lo había encargado había dejado caer el resto en el mar.
En la primera el capitán del Octavius había escrito que habían partido de Inglaterra con rumbo a China el 10 de septiembre de 1761. Catorce años atrás. La última página tenía una sola anotación que estaba fechada el 11 de noviembre de 1762.

“Hasta ahora hemos estado atrapados en el hielo por 17 días. Nuestra posición aproximada es Longitud 160 O, Latitud 75 N. El fuego finalmente se extinguió ayer y el maestre ha estado tratando de encenderlo otra vez pero sin mucho éxito. Le ha dado la piedra a uno de los marinos. El hijo del maestre murió esta mañana y su esposa dice que ya no siente el frío. El resto de nosotros no siente lo mismo en esta agonía.”
Los ojos del capitán Warren volvieron a las palabras “Longitud 160 O, Latitud 75 N…” El significado era impresionante. En la fecha de la última nota en la bitácora, el Octavius había estado atrapado en hielo en el océano ártico, al norte de Point Barrow, Alaska. Miles de kilómetros de donde lo habían encontrado ese día. Un continente de hielo se extiende entre estos dos puntos.
Lo que el Octavius había hecho era pasar el legendario Paso del Noroeste. Por cientos de años se había buscado una ruta más corta entre el Atlántico y el Pacífico para llevar a cabo el intercambio comercial entre Asia y Europa. El Paso del Noroeste era un sueño para las potencias europeas de eliminar el largo viaje alrededor de la punta de Suramérica.
Aparentemente, el capitán del Octavius también había decidido encontrar el paso en vez de volver a casa alrededor de Suramérica. Pero como muchos otros antes que él, lo único que encontró fue la muerte.
Pero el Octavius había logrado el objetivo por si mismo. Año tras año había permanecido a flote, y sin nadie atendiendo el timón se había deslizado lentamente hacia el Este, aguantando la furia de los elementos hasta que finalmente llegó al Atlántico Norte. No fue sino hasta 1906 -ciento treinta y seis años más tarde- cuando otro barco, el Gjoa, comandado por el explorador noruego Roald Amundsen, logró cruzar el Paso del Noroeste.
Pero el Octavius había sido el primero, aunque su capitán y tripulantes hubiesen estado congelados por más de trece años.

Señales de humo






La cultura popular, debido a las clásicas películas de género western, o del oeste, como se suele decir, ha asociado las señales de humo con los indios nativos norteamericanos. Pero tiempo atrás ya se utilizaba este método de comunicación, sencillo y barato, aunque un poco limitado para enviar mensajes largos o complejos.

En la antigua China, los soldados apostados a lo largo de la Gran Muralla, alertaban de los ataques enemigos a través de señales de humo que viajaban de torre en torre. De este modo, según parece, en tan solo unas horas el mensaje de peligro recorrido centenares de kilómetros. Este uso me recuerda al Señor de los Anillos, cambiando el humo por enormes hogueras.

Como era de esperar, también está documentado el uso de este método por parte de los griegos en la antigüedad. El historiador Polibio, en torno al año 150 a.C., inventó un sistema que permitía la transmisión de información relativamente compleja. Asignando números a los caracteres alfabéticos griegos y utilizando varios fuegos o antorchas para transmitir dichos números, era capaz de traducir a este lenguaje basado en el humo, palabras completas. La traducción de letras a números se basaba en el conocido como cuadrado de Polibio, una idea básica que ha estado presente en la criptografía a lo largo de la historia.

Y para finalizar, también los nativos norteamericanos, si bien no fueron los pioneros, utilizaron las señales de humo. Cada tribu tenía su propio sistema de señales, aunque parece que en términos generales una bola de humo significa que se había de estar alerta, dos querían decir que todo estaba tranquilo y tres advertían de la existencia de problemas o peligros.

De la China antigua y de la Grecia clásica a los indios y de estos a nuestros días. Porque aún en la actualidad se siguen utilizando las señales de humo, aunque más bien como algo testimonial, todo sea dicho. ¿O acaso no recuerda usted esa humareda blanca que precede al Habemus Papam en Roma?