La historia de cómo el presidente venezolano Hugo Chávez se desplomó emocionalmente y lloró inconsolablemente frente a sus custodios militares durante el golpe de Estado de abril del 2002, rogando que fuese enviado de inmediato a Cuba, será contada en detalle en Miami en la presentación del libro "Yo lo ví llorar''.
El texto es un recuento de los momentos cruciales del alzamiento militar que derrocó a Chávez por tres días.
El libro es el resultado de una amplia investigación del profesor Agustín Blanco Muñoz, historiador de la Universidad Central de Venezuela (UCV), basada en el testimonio inédito de Otto Gebauer, un oficial de inteligencia del ejército venezolano que por azar fue designado como uno de los custodios de Chávez, cuando el mandatario estuvo detenido por el alto mando militar entre el 11 y el 13 de abril del 2002.
El profesor Blanco Muñoz dirige el centro de investigación de historia actual "Pío Tamayo'', de la UCV. Ha publicado decenas de libros testimoniales con figuras de la historia contemporánea de Venezuela.
Chávez fue sacado temporalmente del poder en la tarde del 11 de abril del 2002 luego de que ordenara un ataque militar contra una concentración de opositores que marchaban hacia el palacio de gobierno.
La negativa de los altos oficiales a obedecer la orden presidencial, provocó una rebelión militar que terminó con la detención temporal de Chávez. Luego del fracaso de negociaciones para establecer un gobierno de unidad, el mandatario venezolano retornó al poder dos días después.
Mientras ocurrió el golpe, Chávez estuvo detenido en Fuerte Tiuna, en Caracas; en la base naval de Turiamo, en la costa central de Venezuela; y finalmente en la base naval de La Orchila, una isla en el oriente del país, donde fue rescatado por militares leales al mando del general Raúl Baduel.
Gebauer es hasta ahora el único militar detenido por su presunta participación en ese alzamiento. Actualmente está encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas.
Según el testimionio del militar, durante su cautiverio Chávez "lloraba pidiendo que lo sacaran a Cuba''. El presidente venezolano tenía "la cara desencajada, llegó un momento en que estaba llorando'', viendo las imágenes de las protestas que desencadenaron el golpe militar la tarde del 11 de abril del 2002.
En testimonios posteriores y en la declaración que presentó ante la comisión que investigó oficialmente el golpe, Chávez ha negado que hubiese llorado o que hubiese colapsado anímica o moralmente.
Sin embargo, Gebauer insiste en que su versión es la correcta.
"Ese Hugo Chávez que uno ve en la televisión, tan prepotente y seguro de sí mismo, no fue el que yo vi. Aquel Chávez era sumiso, inseguro, dudaba de todo, arrepentido de todo lo que había sucedido'', relató Gebauer en el testimonio recogido por el profesor Blanco Muñoz.
En medio de un quiebre anímico y moral, indicó el ex oficial, "lo único que le interesaba era irse a Cuba''.
"El 12 de abril Chávez no decía que iba a morir por el pueblo, yo soy el presidente, ni nada de eso.¡No señor! Lo que decía era: sáquenme para Cuba!'', contó el ex oficial.
Para el académico, no se trata simplemente de la historia del llanto de Chávez, "sino de la prueba de que en situaciones de tensión, Chávez se acobarda y pierde la perspectiva''.
En otra parte del libro de 647 páginas, Gebauer desmiente la afirmación realizada por Fidel Castro en una entrevista con el periodista francés Ignacio Ramonet, de que Chávez iba a ser fusilado por los golpistas. "Es para crear un mito, una historia que es una vulgar mentira''.
También narra como en las cruciales horas después de la salida de Chávez al poder, diputados chavistas ofrecieron juramentar al opositor Pedro Carmona en la Asamblea Nacional como nuevo presidente en sustitución de Chávez, y cómo tres grupos de la oposición que buscaban controlar el poder, "terminaron decapitándose''.
(El libro "Yo lo vi llorar'', será presentado hoy en el hotel Hampton Inn, ubicado en el 3620 del noroeste y la avenida 79 de Doral, a la 1:00 de la tarde).
El texto es un recuento de los momentos cruciales del alzamiento militar que derrocó a Chávez por tres días.
El libro es el resultado de una amplia investigación del profesor Agustín Blanco Muñoz, historiador de la Universidad Central de Venezuela (UCV), basada en el testimonio inédito de Otto Gebauer, un oficial de inteligencia del ejército venezolano que por azar fue designado como uno de los custodios de Chávez, cuando el mandatario estuvo detenido por el alto mando militar entre el 11 y el 13 de abril del 2002.
El profesor Blanco Muñoz dirige el centro de investigación de historia actual "Pío Tamayo'', de la UCV. Ha publicado decenas de libros testimoniales con figuras de la historia contemporánea de Venezuela.
Chávez fue sacado temporalmente del poder en la tarde del 11 de abril del 2002 luego de que ordenara un ataque militar contra una concentración de opositores que marchaban hacia el palacio de gobierno.
La negativa de los altos oficiales a obedecer la orden presidencial, provocó una rebelión militar que terminó con la detención temporal de Chávez. Luego del fracaso de negociaciones para establecer un gobierno de unidad, el mandatario venezolano retornó al poder dos días después.
Mientras ocurrió el golpe, Chávez estuvo detenido en Fuerte Tiuna, en Caracas; en la base naval de Turiamo, en la costa central de Venezuela; y finalmente en la base naval de La Orchila, una isla en el oriente del país, donde fue rescatado por militares leales al mando del general Raúl Baduel.
Gebauer es hasta ahora el único militar detenido por su presunta participación en ese alzamiento. Actualmente está encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas.
Según el testimionio del militar, durante su cautiverio Chávez "lloraba pidiendo que lo sacaran a Cuba''. El presidente venezolano tenía "la cara desencajada, llegó un momento en que estaba llorando'', viendo las imágenes de las protestas que desencadenaron el golpe militar la tarde del 11 de abril del 2002.
En testimonios posteriores y en la declaración que presentó ante la comisión que investigó oficialmente el golpe, Chávez ha negado que hubiese llorado o que hubiese colapsado anímica o moralmente.
Sin embargo, Gebauer insiste en que su versión es la correcta.
"Ese Hugo Chávez que uno ve en la televisión, tan prepotente y seguro de sí mismo, no fue el que yo vi. Aquel Chávez era sumiso, inseguro, dudaba de todo, arrepentido de todo lo que había sucedido'', relató Gebauer en el testimonio recogido por el profesor Blanco Muñoz.
En medio de un quiebre anímico y moral, indicó el ex oficial, "lo único que le interesaba era irse a Cuba''.
"El 12 de abril Chávez no decía que iba a morir por el pueblo, yo soy el presidente, ni nada de eso.¡No señor! Lo que decía era: sáquenme para Cuba!'', contó el ex oficial.
Para el académico, no se trata simplemente de la historia del llanto de Chávez, "sino de la prueba de que en situaciones de tensión, Chávez se acobarda y pierde la perspectiva''.
En otra parte del libro de 647 páginas, Gebauer desmiente la afirmación realizada por Fidel Castro en una entrevista con el periodista francés Ignacio Ramonet, de que Chávez iba a ser fusilado por los golpistas. "Es para crear un mito, una historia que es una vulgar mentira''.
También narra como en las cruciales horas después de la salida de Chávez al poder, diputados chavistas ofrecieron juramentar al opositor Pedro Carmona en la Asamblea Nacional como nuevo presidente en sustitución de Chávez, y cómo tres grupos de la oposición que buscaban controlar el poder, "terminaron decapitándose''.
(El libro "Yo lo vi llorar'', será presentado hoy en el hotel Hampton Inn, ubicado en el 3620 del noroeste y la avenida 79 de Doral, a la 1:00 de la tarde).
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