El engaño a un mando franquista que actuaba como espía de la Alemania nazi contribuyó a confundir a los alemanes sobre el desembarco de Normandía. El papel del capitán Ignacio Molina Pérez, que se “tragó” la presencia en Gibraltar del general Montgomery -en realidad un doble suyo-, ha sido ahora puesto de manifiesto con más detalle por los documentos que acaban de desclasificar los Archivos Nacionales británicos. En los informes desvelados, los servicios secretos del Reino Unido le llegan a calificar de “malo de la cabeza a los pies”.
La inteligencia británica consideraba a Molina, jefe de información en el Gobierno Militar de Algeciras, un “verdadero pez gordo” entre los franquistas que actuaban de espías para los nazis. De tal manera que enseguida los británicos pensaron en él como cebo para despistar a los alemanes sobre el desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944. Así que no fue sólo el español Juan Pujol quien, como doble agente, engañó a Hitler sobre el D-Day -en su caso dando información falsa sobre el lugar del desembarco-, sino que otro español, esta vez sin quererlo, también contribuyó al infortunio nazi.
La historia sobre el doble de Montgomery fue presentada en la película “I Was Monty's Double”, de 1958. En ella se narra la operación “Copperhead”, en la que el teniente australiano Meyrick Clifton fue reclutado para hacer de doble del héroe de la victoria de El Alamein y responsable británico para el desembarco de Normandía. Clifton fue enviado a Gibraltar el 26 de mayo para hacer ver que el desembarco no era inmediato.
Jefe de la Gestapo en AlgecirasLos detalles ahora dados a conocer, publicados en «The Times», indican que Molina, conocido por los británicos como “Cosmos”, fue el claro objetivo desde el principio. Molina pretendía ser pro británico, pero los informes del MI5 ya advertían de lo contrario: “Molina ha sido condecorado por el Gobierno alemán en varias ocasiones, y está probado que Molina es el principal agente en la extensa organización secreta nazi en España y Marruecos”. En 1944 había sido nombrado jefe de la Gestapo en la zona de Algeciras.
El día que el doble de Montgomery llegó a Gibraltar de camino al norte de África, Molina fue invitado a la Roca por un alto cargo del Gobierno colonial. Fue dejado en una habitación con una ventana desde la que puedo ver cómo el supuesto Montgomery recibía los honores de la guardia, y más tarde conducido a la entrada del edificio cuando el general se despedía y se metía en su coche.
De acuerdo con los documentos desclasificados, Molina no puedo contenerse y preguntó a su anfitrión por el sentido de la presencia del famoso militar. Se le respondió que Montgomery había hecho escala para digirse a Argel. Nada más llegar a La Línea, al espía nazi se le vio hacer una llamada telefónica. La inteligencia británica estimó que “el material llegó a Berlín en 20 minutos”.
Molina embellecería su relato, asegurando a uno de sus confidentes, en realidad un espía que trabajaba para los británicos, que había estrechazo la mano de Montgomery y que parecía “muy simpático”, expresión que aparece en castellano en el informe. Molina estaba “satisfecho consigo mismo”.
EMILI J. BLASCO | LONDRES
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